domingo, 9 de octubre de 2011

ASÍ NO...



No me convence la excusa de la ley que dictamina nuestras huellas.

Ni el séquito aparentemente estable que nos persigue.

No hay débito más sucio que el olvido.

Ni tierra más muerta que aquella que duele al respirar.

viernes, 7 de octubre de 2011

SED Y SEQUÍA...



Tú, la labriega testaruda
de las tierras hechizadas
por el sueño.

La errante vagabunda, ladrona
de mi descanso.
La incapturable.

Que me haces inservible
de voluntad y caminas
a través de los ojos
del futuro, negado de sonrisa.

Tú la obstinada presencia
del más allá de mí.
Del cielo embrujado de demonios.
Del habitáculo secreto
que exhibe mi cara más limpia.

Que eres más que yo.
Más que yo
que soy tanto y tan poco.

Más que yo que evito
los espejos agrietantes.

Insultan los reflejos
del rostro
que me da la imagen.
Tan tuyo.

Refléjame.
Poco importa.

A tu imagen. A tu semejanza.

Atraviesas los confines
del alma incapaz de huir
si recibe tu caricia mortal
cual salvaje dentellada.

Tú, la delicia corrupta del verbo
inalterable o tullido...
por el miedo a accionar
el pulso desconocido.

La omnipresente certeza
de la arruga instalándose
sin saberse permitida.

Tú.
Maldita y deseada por mi hambre.

No olvides que en mí
está la última palabra.
Aunque reviente por dentro
al advertirte asesina.
Aunque me puedas recitar
como tu esclava.

Que yo soporto, amo y siento.
Que yo soy tú.
Y sin mi siembra, tú no eres raíz
de nada.

Yo más que tú
(la invicta todopoderosa).
Y sin ti...
sed y sequía y curva
(desangelada).